Por Acadèmia Logia
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12 de diciembre de 2022
Para comprender realmente un texto, necesitamos realizar una lectura atenta , es decir, no se trata sólo de leer, sino también de analizar las ideas y quedarnos con lo más importante . Entonces, ¿qué pasos debemos seguir para conseguirlo? 1. Lectura superficial o inicial Se refiere a la primera vez que leemos el texto, por lo que nos centramos en quedarnos con la idea principal , es decir, con lo que nos quiere explicar ese texto. Con esta primera lectura seguro que hemos encontrado algunas palabras o conceptos que no acabamos de entender . Antes de seguir adelante, podemos buscar el significado de estas palabras en un diccionario , ya sea físico o digital. Además, si el texto es importante porque, por ejemplo, porqué forma parte de un tema que deberemos estudiar en un futuro, sería interesante hacer un glosario . Un glosario es una lista de palabras con su significado y una buena forma de aprender y tener guardado el nuevo vocabulario. 2. Lectura atenta o segunda lectura Ya sabemos de qué va el texto, es decir, su tema, y hemos buscado todo lo que no entendíamos, de manera que ya podemos pasar a hacer una lectura más pausada y atenta. Es necesario que nos fijemos en las ideas más importantes del texto y qué intención tiene el autor (nos quiere informar, es una opinión, etc.). Para poder descubrir estas ideas clave , te proponemos los siguientes pasos: Realiza la primera lectura, como ya hemos comentado, básicamente para tener una idea de qué va el texto en general, es decir, cuál es su tema. Lee con mayor calma y detalle párrafo a párrafo . De cada uno de ellos: Averigua cuál es su idea principal . Preguntarte a ti mismo “¿de qué va este fragmento?” puede ayudarte a descubrirla. También puedes encontrar algunas palabras o grupos de palabras que te lo indican, como por ejemplo “en resumen”, “en definitiva”, “por tanto”, etc. Posteriormente, hazte preguntas sobre la información que incluye el párrafo (qué, quién, cómo, cuándo, dónde, por qué, etc.) y busca una respuesta, corta y precisa , que seguro que puedes encontrar en el propio párrafo. Si no, puedes escribirla al margen o al lado de éste. Por último, podemos utilizar técnicas como el subrayado para ayudarnos a focalizar en el texto y marcar las ideas más relevantes. Además, si después queremos hacer un esquema, un resumen o un mapa conceptual, y estudiarlo... nos será muy útil como guía. 3. Lectura en profundidad o lectura final Y para terminar... ¡una última lectura! Aprovechamos esta lectura final para relacionar las ideas que hemos marcado como principales y extraer la idea global del texto . Este último paso nos ayuda mucho a consolidar lo aprendido con el texto y entenderlo en conjunto. A primera vista parece mucho trabajo, pero piensa que así comprenderás realmente el temario , sin tener que volver atrás y releer tantas veces, asimilarás más fácilmente los conocimientos y te será más fácil recordarlo en el futuro. ¿Te quedan dudas? ¡No te preocupes, puedes contactar con nosotros y hablamos!