Por Acadèmia Logia
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14 de noviembre de 2022
¿Os ha pasado alguna vez que, en época de exámenes, estáis tan estresados que no descansáis ni cinco minutos? ¿Dejáis vuestra rutina de deporte a un lado para dedicar más horas al estudio o, incluso, os levantáis a las cinco de la madrugada del mismo día del examen para acabar de repasar? ¿Quién no ha hecho todo esto o, al menos, le ha pasado por la cabeza hacerlo en época de exámenes? Hoy en día, podemos decir que las horas de estudio no están directamente relacionadas con nuestros resultados, es decir, por más horas que estudiemos, no obtendremos mejores resultados. Pero saber combinar el estudio con el descanso y la desconexión sí puede ser beneficioso para nuestros resultados académicos. Cuando hablamos de descanso, no sólo nos referimos a dormir las horas necesarias, que más adelante hablaremos de ello, sino también en hacer deporte, leer un libro, salir a pasear, etc. En cuanto al deporte , recientes artículos científicos nos indican que realizar ejercicio físico horas después del estudio, mejora la memoria y aumenta la actividad del hipocampo . El hipocampo es una región clave del cerebro que participa en el proceso de consolidación de nuestra memoria. Por lo tanto, si el hipocampo funciona de manera adecuada, nos será más fácil recuperar información que ya tenemos memorizada . Y no sólo esto, sino que se ha demostrado que practicar deporte aumenta nuestra actividad cerebral y protege del deterioro cognitivo . Así que la excusa de "estoy de exámenes, no tengo tiempo para hacer deporte", ya no nos vale. ¿Y el tiempo de descanso? ¿Está directamente relacionado con las horas de estudio? Pues bien, dormir nos ayuda a absorber el conocimiento obtenido durante la víspera, es decir, cuanto más descanse nuestro cerebro, más tiempo tendrá para procesar los conocimientos y habilidades aprendidas. Sin embargo, estas horas de sueño deben ir en constancia con los ritmos circadiarios de nuestro cuerpo (son cambios físicos, mentales y conductuales que siguen un ciclo de 24h y se rigen por la luz, principalmente). Probablemente, no conseguiremos los mismos resultados si estamos estudiando hasta las 2 de la madrugada, pero después dormimos 8 horas que si, por el contrario, vamos a dormir a las 10 y dormimos 8 horas. Las horas de descanso son las mismas, pero una se adecua al ritmo de nuestro cuerpo y la otra no. Evidentemente, cuanto antes logremos estos hábitos, mejor. No debe darnos miedo combinar la actividad física y el descanso con nuestra rutina de estudio, pues ganamos en salud y rendimiento académico .